Un fantasma recorre Españas Reunidas Geyper. Es el fantasma del Sonsolismo.
Encendí la televisión preparada mentalmente para el enesimo espectaculo hortera urdido por la Casa Real. No solo por el espectaculo en si, antes bien, por el vademecum de modelos horribles que lucen desde hace varias temporadas las infantitas de Naranja y de Limón y los últimos agregados worker class recien ascendidos a upper class a base de talonario. Y es que, en todo ha de verse que aun quedamos clases.
Tal y como esperaba, el panorama no podia ser más desolador. Letizia con un traje discreto y algo pasada de makeup sostenia al rorro mientras la dragg de la tiara iba pidiendo a los padres y padrinos que renunciaran a Satanas y sus hordas.
Al rato, como distraidamente, la camara se poso en ella y subitamente, un rayo de luz ilumino la estancia, el cielo se abrió y alli estaba, cual Jackie Kennedy resucitada y salida del tinte: Sonsoles y su esplendida sonrisa no-he-roto-un-plato-en-mi-vida.
Evidentemente las diferencias con la otrora gran dama norteamericana son palpables. No obstante adentremonos en las futuribles hipotesis y semejanzas. Sí, queridas, esto es un llamamiento a las Sonsolistas.
Con su atuendo muy Jackie, megaJackie diria yo ¿se avecina una nueva epoca donde la esposa presidencial tomará un papel de mayor relevancia social? ¡Pido si! a ver si así hacemos rabiar de envidia a Anne Bottle con su look muy del corte chica Telva-Benca, muy Covadonga O'shea, muy Guerrillera de Cristo Rey en acto pio, muy de recuperar el brazo incorrupto de santa Teresa, muy Polo de Franco.
Sonsoles iba divina. Tal vez el remate en vuelo del vestido no fuer del todo acertado y hubiera correspondido algo más recto, pero por lo demas, impecable. ¿Se convertirá de ahora en adelante en un rostro popularecho? ¿la veremos en las mejores galas, vestida por los mejores diseñadores? ¿sera la musa de V&L ? ¿Nos enseñara en portada su rincón favorito de La Moncloa? ese rincón ideal donde conversar con las topamigas tomando un té con bergamota en la vajilla buena comentando lo mejor de la vida upper de Madrid? ¿Departira en el Consejo de Ministros? ¡Ojala asi fuera!
Poco a poco va abriendose camino, lentamente pero con paso inflexibleee marcando un estilo más comedido que su directa predecesora que siempre ha sido muy de salir en la TV, muy de opinar de esto y aquello sin saber ni de que habla. Y es lo que pasa, que cuando una no sabe acaba mezclando peras con manzanas y politica social con neocatolicismo y se termina armando un lio de padre y muy señor mio.
Pero no. Sonsoles ha venido para ganarse nuestros corazones con esa sonrisa limpia, cristalina y luminosa desde posiciones mas reservadas. No obstante, sus seguidoras son cada vez más numerosas y por eso, las Sonsolistas tenemos que echarnos a la calle a montar una manifestacion por Princesa, por ejemplo, o hacer una sentada en la Gran Via y pedir plenos poderes para nuestra adorada diva. Pidamos poderes publicos. Pidamos que Sonsoles sea nombrada vicepresidenta tipo Fernández de la Vogue. Pidamos que Sonsoles inaugure fiestas, exposiciones, saraos sin freno. Una unica condición: Que luzca divina.
Y una vez Sonsoles se convierta en una nueva Hillary -pero bien vestida- aunar el talante del zapaterismo al glamour sonsolista, convirtiendose en el perfecto tandem politico. Un tandem que nos asegure muchos años de socialdemocracia, de izquiedad divina y felicidad sin limite.
'Cuando una mujer se queda sola, por que se le muere el marido, o por que se va con otra, que para el caso es lo mismo, se queda como vaca sin cencerro'
Chus Lampreave en 'La Flor de mi secreto'.
De antología. Decía el Gran Capitán que a enemigo que huye, puente de plata. Otra no menos buena es esa que dice que una huida a tiempo es siempre una victoria. Y si la victoria consiste en quitarte de encima a un amargavidas, suma dos puntos.
Cuando una mujer se queda sin cencerro, dice Chus, hay que volver a las raices. Al pueblo, a hacer encajes de bolillos y envasar berenjenas de Almagro, cantar con las amigas tomando el sol de primavera.
Sin necesidad de ir tan lejos, es cierto que es momento de encontrarse con una misma. Pero nada de hacer encajes ni envasar pimientos, que para eso ya los venden divinamente envasados en el supermarket de El Corte Ingles, y si una quiere encajes, se va a una merceria artesana. Volver a la solteria, impuesta o no, no puede consistir en calarse el gorro de paja y triscas por los picos de Urbión como una Heidi cualquiera.
Volver a ser una misma. Sí, pero limpia. Sin excesos de equipaje, sin acompañamientos inncesarios. Es hora, queridas, de limpiar la casa, vaciar los armarios y cajones y renovarse por dentro y por fuera como si una se hubiera puesto ciega a Bifidus. He aqui, pues, unos consejillos, una guia, unos pasos inspirados en las experiencias acumuladas por servidora y varias de sus amigas que ya han pasado por estos trances.
¿Empezamos?
Lo primero: Fuego. ¡Y en cantidades! Deshacerse con urgencia de todas las prendas del sujeto es un ritual de obligado cumplimiento que no conviene dilatar más de una semana. Ojo, amigas de lo ajeno: Una topmujer solo puede quedarse un par de camisas viejas -divinas como camisón improvisado- y quizá una corbata en función del fetichismo de cada una. Demas prendas son prescindibles y, si se puede, os recomiendo hacer una buena hoguera con ellas. El fuego purgativo siempre purifica y, por que no, podemos ser falleras por una noche. Fuego, solteria y licores selectos ¿para que necesitamos a un cretino que nos fastidie la noche?.
Quemadas, donadas las prendas a una ONG tipo pañuelo palestino, arrojadas directamente a la basura o vendidas por un buen precio a alguna tienducha de segunda mano, es hora de atacar los recuerdos. Eliminarlos o al menos, ocultarlos a la vista es muy recomendable. Empezaremos por las cartas que nos escribieron los enamorados pero ¡ojo! siempre bien pertrechadas y seguras de lo que hacemos. No sea que alguna boba se emocione. No niñas. Recomiendo una lectura critica y despues romperlas una a una, lentamente, sin prisas, disfrutandolo. Y al fuego con ellas!!!
Pero querida, me dirán, ¿y los objetos? ¡Eso ni se pregunta! ¿De que hablamos? ¿de algun conjunto divino? ¿joyerio del bueno? ¿un visón estupendo? ¿coches? ¿mansiones?. ¡A sacarle lo que se pueda! No me sean bobas. ¿Prefieren acaso que sobre su sofa de diseño se aposenten unas nalgas desconocidas o prefieren quedarselo ustedes? Pues ya saben: Al cuello y sin piedad.
Los objetos que nos quedemos, podemos tirarlos si no nos interesan, embalarlos e ir regalandolos por ahi, divinas y con una megasonrisa como si fueramos nuevas hadas madrinas art-decó en carne y hueso, repartilos a los pobres de los cuatro lados de los suburbios (que en una ciudad, casi todo es suburbio y pobrerio). Los visones, los trajes, un imperio en joyas, esos zapatos divinos, ese bolso a juego, no mujeres, eso para nosotras ¿para que iba a querer una obrerilla un broche de diamantes? ¿con que lo iba a combinar? ¿en que ocasiones iba a poder lucirlo? Nunca, por tanto no lo necesitan.
Arrojado al fango todo lo accesorio, queda la recomposición de nuestra vida, que no es moco de pavo y en lo que hemos de poner todo nuestro empeño y teson. Es aqui donde una mujer se revelera autentica topmujer o una tristona más de teleserie de sobremesa. Ahora nenas, a la calle. A renovar el poderio, a las mejores tiendas, a los mejores restaurantes, a los mejores estrenos, luciendo todo el tronio y glamour que tengamos dentro. ¿Vieron acaso usted encerrarse en vida a Isabel tras lo de Julio? No. Pues ya saben, imitenla.
Atravesaremos fases que nos haran sentir en una montaña rusa, todas emocionantes y necesarias. Lo peor que podemos hacer es huir de ellas enterrando la cabeza como los avestruces. Es en esas fases negativas cuando mayor fuerza hemos de reunir para seguir adelante. !Claro que si! Llegaran una a una, pero las pasaremos, apuraremos sus esencias y ¡arriba!
Tal vez una de las mayores preocupaciones sea ocupar el tiempo libre para distraer pensamientos. ¡Nada más fácil! Cines, masajes, internet, viajes, las amigas, algun capricho... ¡sorprendanse! las muy aventureras incluso se apuntan a grupos de teatro o senderismo -no os lo aconsejo: en lo primero os pueden dar un tomatazo y, en lo segundo, yo sigo sosteniendo que sudar es de obreros- aunque, porque no, si una es aventurera puede probar a mezclarse con el vulgo pero sin que se infecte de modos y ademanes. La Vida se encargará de mostrarnos ocupaciones y distracciones sin limite.
Puesto que estamos sin cencerro como una vaca salvaje que escapa del corral que la aprisiona, seamos locas. Riamos, bebamos, hagamos el cafre. Seamos reinas de todas las noches en todos los Paises de Nunca Jamás que nos sean posible, saltando de cama en cama como una Wendy despendolada si es necesario. Y dejemos pasar el tiempo lo más distraidamente posible quizá, cuando menos esperemos aparezca quien nos ponga un nuevo cencerro. O no. ¿Qué importa?
Para J. en lo más crudo de la alegre solteria.
"Yo he proporcionado a TVE sus mayores éxitos de los últimos 15 años"
Ana Obregón dixit...
Y si ella lo dice, será cierto.
Ninguna topmujer tendrá tantas ocupaciones como la de nuestra singular Ana Obregón por muchas vidas que viviese; bióloga, actriz, guionista, presentadora, musa, bailarina de barra americana y de las otras, madre amantísima, defensora de la infancia desvalida, amante en todas las camas, amiga de todos los maridos y enemiga de todas las esposas.
De no ser absolutamente nadie, Ana Obregón ha sido -es- absolutamente todo. Protagonista indiscutible de portadas, de dimes y diretes, de chascarrillos, de rumores de toda indóle, accidentada sufridora de los desmanes de la silicona -recuerden el rumor sobre la explosión de uno de sus implantes mamarios en pleno vuelo- y casí siempre con la mejor de sus sonrisas.
Tal y como están las cosas en el mundo del cuore, infestado hasta la nausea de personajillos de quinta fila; exconcursantes de GH, calientacamas con nombre de meretriz y aspecto de zorra de callejón, politoxicomanos cuentapenas y demás seres que merecen ser arrojado al cajón del olvido y ser devueltos al arroyo del que nunca deberieron escapar, Anita Obregón arroja al menos un punto alocado, un toque eternamente rosa y eternamente feliz ante tanta estupidez trasvestida de trascendencia.
Dirán ustedes que las estupideces que suelta por ese hocico nuestra querida Ana no dejan de ser igual de ridiculas que las que puede proferir Aida Nizar, pongo por caso, y tienen toda la razón. Pero cuando Aida Nizar, Malena Gracia, la Duquesita Down o cualquier otro candidato a receptor de un cerebro nuevo hayan protagonizado alguna serie de televisión -con bastante audiencia, por cierto- hablamos. Porque hoy, para ser alguien sólo hace falta que te hayas ido a la cama con cualquier famosete y tener la desfachatez de ir a contarlo al mejor postor. Cierto es que Ana también ha vendido hasta las últimas bragas en revistas del cuore. ¿Y quién mejor ella para hacerlo? O mejor dicho ¿la culpa es suya por vender o nuestra por consumir?. Y no me refiero a consumir hoy dia, cuando es mejor aislarte de mundo y tirar la tele por el balcón si quieres escapar del mundillo rosa, si no más bien antes, cuando necesariamente tenias que informarte a través de la prensa especializada. Fuimos nosotras las que la encumbramos a Diosa. No lo olviden.
Paladeamos, entre risas, si, pero consumimos al fin y al cabo, cada uno de sus chillones modelitos en portada. Admiramos su determinación para arroparse con los mejores hombres del terruño patrio y del extranjero. Aplaudimos rabiosas sus frases más indecentes, admiramos su valentia al decidir dar puerta al Conde y criar ella sola a su pequeño zampamicros. Copian, las más horteras, algunos de sus trajes más imposibles. Y en definitiva, cada aparición suya nos despierta un sentimiento extraño, mezcla de amor y odio, pero no podemos dejar de consumir la marca Ana Obregón.
Una marca alocada, risueña, que agarra y exprime la vida cada minuto sin complicaciones, sin ataduras, sin complejos, frivóla, superficial, aterradora a veces. Un ejemplo para aquellas topmujeres que piensan que por haber entrado en los cuarenta la vida se acaba cuando aún nos queda lo mejor.
Un modelo, queridas amigas, para todas las aspirantes a ser algún dia una topmujer con todas las de la ley. Aquellas topmujeres que van divinas aunque los demas crean que van ridiculas. Aquellas mujeres que miran la vida a la cara y le dan un zarpazo si es necesario. Una mujer que no se achanta por nada y por nadie. Una mujer que sabe ser imprescindible en toda fiesta que se precie por muy hueca y vacia que tenga su alocada cabecita de universitaria.
Igual que caro no tiene por que ser sinonimo de bueno, barato no tiene por que serlo de compra acertada.
A no ser que queramos ir uniformadas de Imperio Zara.
Desfallecidas las credit cards despues de las compras navideñas, el workerio recibe como si de un nuevo y enorme regalo de reyes se tratará el inicio de las rebajas, agolpandose en las puertas de los centros comerciales de extrarradio, impregnando todo de ese olor a grasa y cemento que les diferencia tanto de la upper class por mucho que se laven y por mucho que intenten tapar su olorcillo con colonias de megamarca.
Y es que, amigas, un albañil por mucho Hugo Boss que use siempre olerá a cemento, ladrillo y argamasa.
Por eso mismo una señora debe hacer sus compras invernales a principio de temporada. Una topwoman que se precie querra ser siempre la primera. Y ser la primera tambien significa ser la que antes utilice prendas de temporada. Si, ya se que algunas lo llevan a extremos y las vemos en agosto con jersey y tampoco es eso, pero ya me entienden. Hay que ser la primera en lucir las mejores telas para causar pasmo y envidia y dar un tono y un distingo ante las obrerillas que, con sus escasos recursos, tendran que esperar a principios de enero como muy pronto para poder adquirir sus compras. Evidentemente hablo de las grandes firmas, porque servidora tiene prohibido por el medico pisar el Imperio Zara, que es a la moda como Darth Vader a la fuerza, el Lado Oscuro, las Tinieblas, el Mal Gusto, Lo Peor con mayusculas.
Ahora bien. Si una topwoman es de por si aventurera y estudiosa, debe hacer como si fuera una sociologa valiente y lanzarse a las rebejas. Pero no para adquirir nada a precio de risa sino, antes bien, centrarse en el analisis y rituales en el comportamiento de la worker class, sus gritos, sus costumbres y luego hacer con ello un bonito analisis para endosarselo a alguna marca de esas que una señora no deberia siquiera conocer.
Y es que amigas, el olor del workerio esta penetrante, que de mezclarse una con ellos tiene el peligro que su olor se impregne en las piel y en los ropajes, ocultando esas gotas de n 5, de ese Carolina Herrera que a todas nos encanta y convertirlo en olor a grasa y refrito.